Lo mejor es delegar responsabilidades con personas en las cuales confiemos y que tengan una real aptitud. Por ejemplo si sabemos que cierta parienta tiene un gran sazón en la cocina podríamos pedirle que nos ayude preparando los alimentos o bien si se contrato cocinero que lo supervise.
Igual siempre hay personas a nuestro alrededor que tienen alguna aptitud destacable. Si se forma un buen equipo de trabajo. Será mas sencillo pues la carga de supervisar se reparte.
Saber el presupuesto con que contamos es importante. Pues así se puede elegir el lugar de la boda, el lugar donde será el convivió. Si se puede contratar paquetes donde se ofrecen un salón grande para la fiesta, limusina, músicos, fotógrafos, etc.
Hay que saber cuantos invitados podrían ser para poder calcular el gasto, si se permitirá la asistencia de niños o no. Pues estos cálculos afectan el tamaño del lugar, cuantos comensales serán, que platillos será conveniente servir.
Claro esta todo hay que hacerlo con tiempo programado, para evitar hacer las cosas a la carrera. Por ejemplo los trámites legales toman tiempo y es mejor investigar los requisitos que piden las autoridades, y evitar las vacaciones pues serian un gran atraso.
El vestido es otro factor de preocupación. Pues toda mujer quiere lucir muy bien. Pero algunos vestidos son bastante costosos. Todo dependerá del presupuesto que tengamos asignado.
Ante todo si queremos contratar personal. Hay que investigar muy bien que esas personas sean de confiar y tengan buenas calificaciones de anteriores clientes. Lo mejor es buscar recomendaciones de personas que han probado el servicio. Hay historias terribles del fotógrafo que saco mal las fotos, filmo mal, el pastel sabia horrible, el local donde se hizo la fiesta estaba sucio, etc.
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